Hace poco viboreando en el face, me encontré con una foto
reciente de mi prima G (Aunque ella no use esta red social, gente que tenemos
en común sí). Y pues tiene años que no la veo. Me dio por enseñarles la foto a
mis compañeros de trabajo y preguntarles la edad que aparentaba, me dijeron en
mayoría que más de 40, la opinión más favorecedora fue de 35. La verdad es que
tiene la misma edad que yo, 32. ¡Y la neta se ve bien jodida la vieja!
Pues para mucha gente que nos conoce a las dos y la relación
que llevamos de tiempo atrás pensarán que me alegra su situación (Tuvimos
diferencias desde la aburrecencia)… Pues no. No me alegra, en lo absoluto.
¿Cómo es posible que se vea y esté así? Yo pienso que es cuestión de amor
propio, llámenme egoísta, pero por poco dinero, tiempo o salud que tengamos;
debemos de lucir… razonablemente bien (y en este caso, con tener la cara sonriente
basta).
Yo tengo la creencia de que hay tres formas de arreglarnos.
- Para agradar a la
pareja: ¡Bueno! ¿Quién no lo ha hecho? ¡Vamos! El amor es el amor. Y sobre
todo cuando una anda noviando, o cuando empezamos a salir con alguien. Es
válido.
- Para competir con
las demás: ¡Ups! Está si duele. Pero es verdad. Yo creo que todas hemos
caído en esta situación; ya sea en el trabajo, en una fiesta, en una reunión familiar
o simplemente salir por cualquier cosa. Y seamos honestas, la mayoría se
arregla por este motivo.
- Para nosotras
mismas: No hay cosa más bonita que arreglarnos para nosotras mismas,
sentirnos a gusto con lo que traemos puesto; y que nos valga madres lo que los
demás opinen de lo que traemos puesto. Dirá la gente que se dedica a la
motivación que así proyectamos mucha seguridad. ¿Será? ¡Un punto para las
fodongas resignadas!
Pero bueno, ya me estoy desviando del tema, volvamos a lo de
mi prima (fodonga resignada), de adolescentes aunque nos llevábamos al
principio bien; éramos muy diferentes, ella era la de los galanes, y si varios
chavos me hablaban era porque querían que se las presentara. Quiero pensar que
su atractivo radicaba en su muy desarrollado y voluptuoso cuerpo, igual y
gozaba de cierta fama en las rancherías aledañas a donde vivía. Cursamos el
bachillerato en la misma escuela y por eso ella se fue a vivir a mi casa
aquellos años. La llegué a envidiar, dado a las libertades que sus padres le
daban. Podía ir a los bailes gruperos (dado en el entorno donde me crié, eran
de las pocas diversiones a las cuales teníamos acceso), cosa a la cual mis
padres no me daban permiso. Salía más a menudo con sus amigas, estaba en varios
clubes de la escuela, etc… Para no
hacerla tan larga tenía acceso a más actividades en las cuales era posible que
se diera conocer. Y sí. Repito la envidiaba, pero eso no impedía llevarme bien
con ella y llegar a considerarlo como una hermana. Si no bien recuerdo creo que
de ella ya he hablado en otro post. Igual el rencor añejo que nos llegamos a
tener (y ya no se lo tengo y es neta) fue por un fulano, bien X el tipo, pero
en su momento estuvo algo fea la situación.
Historia de la prima
G: A ella lo que le dio en la madre fue el amor, perdió la cabeza y la dignidad
por un ranchero que la pretendió cuando daba clases de primaria en una
comunidad ubicada en lo más olvidado de Dios (léase CONAFE, noble opción para
poder seguir tus estudios si no tienes $). Cuando ella ingresó por fin a la
universidad en la carrera de contaduría, pensamos que se iba a olvidar de ese
infame y que buscaría nuevos horizontes, mmmm, pues no, al vato este se le pasó
la emoción por ella y nomás la tenía para entretenerse. Y así las cosas. Cuando
este mono la mandó a freír espárragos, a la parienta se le bajaron los ánimos
de todo; ya no se arreglaba como antes, su rendimiento en la escuela bajó y por
lógica la dejó. De pura decepción fue a parar con el muchachón que fue su 1er
novio (otro ranchero que es casi su vecino) se embarazó de él y … ¡Pues con él se quedó!
Ahora: Tienen dos nenas (bonitas mis sobrinas, eso sí). Él
le puso el cuerno a la primera de cambio, y se lo seguirá poniendo (me pregunto
cómo le hace, si está feo el wey). Ella
muy realizada (por no decir conforme) de tener “una de las casas más bonitas del
lugar”, y de que el hombre la tenga económicamente hablando: “bien” (“mija no
lo dejes, te mantiene!”… filosofía de su machista madre(¡Ay mi tía!)).
Apariencia actual de la parienta en cuestión, robusta, corte
de cabello de señora, cero maquillaje (el marido ya no la deja), indumentaria a
prueba de los fríos y los aires que hacen en la zona (esta se la perdono), y
por último tener que tolerar las invasiones de la familia del marido a su casa
para cualquier evento; pero sin la opinión de ella, porque manda el marido y
punto.
La mera verdad no me alegra que luzca tan mal. Digo. Al
menos una sonrisa para no verse algo bien no?
Pondría la foto con la respectiva pixeleada en los ojos... pero igual y ya no quiero farolear a los protagonistas de mis post. ¡No vaya a ser!
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