7 sept 2018

Hablando de ausencias eternas...

51 días de tu partida y contándolos para lo que me queda de vida.
Bien dicen los fragmentos de una canción de Juan Gabriel...

...Obligo a que te olvide el pensamiento
Pues, siempre estoy pensando en el ayer
Prefiero estar dormida que despierta
De tanto que me duele que no estés...

.....
Y aunque tengo tranquila mi conciencia
Yo sé que pude haber yo hecho más por ti...


 Aunque me sé de memoria la canción, ya que es muy popular; no le habría tomado un profundo sentido hasta estos días.

Siento paz, porque ya no sufres.
Pero no tenía ni la más remota idea de lo que es llevar esta clase de tristeza y dolor para siempre y poder vivir con esto.

Todo ha pasado tan rápido que... aun cuando te pienso, pienso que aun estás con nosotros.
Sólo espero no haberte decepcionado nunca y haber sido buena hija...

Hasta luego mi mujer soñadora tras un mostrador...



23 jun 2018

Esta reunión no es la última.

Aún a 10,000 km de distancia es padre tener una reunión para celebrar cierto tiempo de habernos conocido, ambos solos (tú en un bar y yo en un café) y en nuestras respectivas latitudes, pero con un "chin chin" y un "salud" simultaneo. Gracias por llegar a mí vida y estar conmigo.


14 may 2018

Una mañana...

Amanece.
Ella se medio despierta echando pestes del medicamento que le recetaron para poder dormir, pero motivada por el aroma a cafecito de olla que sale de la cocina.

Él prepara ése café, no sin antes haber puesto en Youtube una playlist de Vivaldi para que ella se relaje y se vuelva a dormir, es muy temprano aun.

Ella cae en la amorosa trampa y se duerme otra media hora, pero al despertar nuevamente toma su móvil y le marca a alguien para contar los detalles de la fiesta de su nieta que fue un día antes.
La conversación fluye de maravilla y se prolonga, tanto que, él con su prisa habitual ya lleva su almuerzo en mano y con el ademán de siempre se despide de ella y sale de casa.

Ella voltea a la derecha y observa los rayos de sol que entran por las amplias ventanas ya con las cortinas abiertas hacia la mesa. Y ahí se encuentra un plato muy lleno de fruta picada con una taza de café caliente a lado...

Ella termina su conversación y cuelga el móvil y procede con toda la dificultad que las crecientes limitaciones de su cuerpo a levantarse a desayunar y a disfrutar de la tranquilidad que aun le ofrece la casa a esa hora... antes de que bajen las demás habitantes con sus faenas diarias.
Y se pone a observar por esa ventana la vista panorámica de la ciudad... la misma ventana que 37 años antes justamente él de decía: "Mira: yo si te pongo la ciudad a tus pies."

Ella sonríe levemente y empieza a tomar de su café antes de que se enfríe. Después de todo piensa que mejor compañero de vida no pudo haber escogido.



Lo admito...

"Creo que eres profundamente amable y realmente te importan las personas."  
"Haces lo mejor de la vida, con una sonrisa. No siempre es fácil y requiere mucha energía y esfuerzo, pero funciona. Y en ti, es hermoso de verlo." 

Gracias por estar ahí en el momento justo.
¡Pero tienes la obligación de devolverme el cachito de mi corazón que te llevaste!
Estoy enamorada. Esto ya valió madres.